domingo, 30 de octubre de 2005

Un momento vergonzoso más pa´l saco

El sábado por la tarde estaba yo sola en casa probando el fantástico manos libres que me tocó el jueves por la noche en una fiesta de cacique, mientras que hablaba con un colega e intentabámos configurar un portátil. En esto que llaman a la puerta de casa y sé positivamente que a mi no vienen a buscarme y pienso , eso es una visita de los vecinos que se ha equivocado de puerta, sale mi alma samaritana y me levanto a decirles, no mira que la guapisíma vecina de enfrente no vive aqui (por desgracia) , sino enfrente. Descartada la opción de una cita que viene a amenizarme mi encierro currante de puente.

Tal y como mi madre me ha enseñado, miro primero por la mirilla para ver quién es, pero oh la luz estaba apagada, y mira que mi madre siempre me ha dicho, no abras sin saber quien es, pues voy yo y por hacerle el favor a la guapísima vecina de enfrente abro la puerta, me encuentro a dos brujitas del tamaño de torrebruno mirándome fijamente y con cara dulce, la primera sensación fue ostia esto es surrealista ya se me ha ido la olla ,no puede ser, pero horror miro un poco más allá , la muerte con su guadaña, más un número indeterminado de figuritas, también del tamaño de torrebruno,entre las que había otra muerte, sin tiempo casi a pensar suelto un grito muchísimo más conseguido que el de las actrices principiantes en una peli de miedo,dónde va a parar y cierro la puerta de un portazo. Obviamente mi colega pregunta, que ha pasado y en ese momento caigo yo en la cuenta y le digo se puede saber porque no me has avisado de que es halloween y que los niños en esta ciudad se creen americanos...

Recuerdo haber visto en las pelis americanas que lo quieren los crios es:

caramelos ; no tengo vaya a ser que me los coma
chocolate ; idem
dinero ; abro el monedero cuento ocho céntimos

Opción A Abro la puerta y les bromeo un poco pero no les doy nada, me siento devota de la virgen del puño cerrado.
Opción B Mi colega descojonado de la risa, propone darles una fruta, me siento ridícula diciéndoles tomad unas ciruelitas y un melocotón.
Opción C sigo configurando el portátil que lo necesito y paso de ellos.

Gana la C.

Tuve a los crios el nada desdeñable tiempo de media hora en la puerta llamándome, cuando decido abrirles se han ido corriendo.

Genial ahora cada vez que vea a un crío del vecindario y mira que hay, pensaré que verguenza estos son los de halloween y yo para ellos soy la idiota del primero a.

Notas mentales:

Intentar adivinar el mote que me han puesto los chavales, igual me gusta y por fin después de tanto tiempo encuentro un nick que me guste.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo peor no es hacer el ridiculo si no, no tener el poder de borrar las mentes de los mas crueles observadores.

Onda

Anónimo dijo...

Ya te has cansado de mantener un blog :-(

Les